jueves, 25 de abril de 2013

Aragonés, de pura cepa

  Cuando todavía me pregunto por qué no he sacado el tiempo suficiente para escribir algo sobre el proceso de Independencia Catalana, encabezado por el obstinado Arturo (Artur en catalán) y seguido por una increíble masa de ciudadanos catalanes, recibo, perplejo, vía Facebook infinidad de información sobre el día de San Jorge, festivo en Aragón al ser su Patrón, en la que incluso, algunos, lo identifican con el Día Nacional de Aragón (23 d´abril Dia Nazional d´Aragón) y ya entonces es cuando a uno empieza a hervírsele la sangre. 
 
   Entiendo que pueda haber gente que necesite identificarse con un movimiento regionalista, que no nacionalista, para cubrir sus expectativas políticas, pero igualmente, muchos no lo necesitamos porque entendemos, y defendemos, que la Nación que nos aglutina es una, España, y no hablo de aquello de una, grande y libre, ni mucho menos, los que me conocen bien, saben que todo lo contrario.  Pero no sé si coincidirán conmigo en que no puede ser que me sienta un ciudadano de Segunda Clase, simplemente porque no entienda cómo se puede pedir la Independencia de un puñado de tierra o porque no comprenda cómo se pretende dialogar con una lengua que no entiende casi nadie.  Porque, además, es que no quiero que mis hijos sean educados en ese dialecto, ni tampoco que en las Instituciones Oficiales sea obligatorio el uso de ese idioma, ni tan siquiera que al dirigirse a mí la cajera del super, las personas que me acompañan de otros lugares del mimo Estado, no entiendan que me está dando, amablemente, los buenos días en otra lengua. No sé si es una lengua, un dialecto o un idioma, reconozco mi ignorancia en el tema y no lo digo con orgullo, es que simplemente me la "repampumfla", permítanme la expresión. Estoy orgulloso de ser Español y de hablar en Castellano y no tengo ninguna necesidad de hablar de otra forma, ni por supuesto de exigir que todos hablen como yo predico. Y no por eso dejo de ser Aragonés o lo soy en menor cuantía.

     Un día, como tantos, cayó en mis manos un texto en el que se decía que "Creer que ser ateo te hace inteligente e interesante, es como creer que ser religioso te hace buena persona".  Hoy me permito el lujo de apuntar una variante al afirmar que creer que hablar Fabla te hace de izquierdas, es tan absurdo como creer que por hablar Castellano eres de derechas, porque ya decía Ortega y Gasset que "ser de izquierdas es como ser de derechas, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil: ambas, en efecto, son formas de hemiplejía moral".

     No comparto, por supuesto, ese afán de dividirlo todo en partes más pequeñas, porque además, diariamente, se está demostrando la ineficiencia de las Autonomías, gérmenes de la disgregación, que tanto bien nos iban a traer y cuyos resultados estamos pagando irremediablemente.  Buscamos raíces profundas que nos permitan subdividirnos y buceamos en nuestro pasado tratando de encontrar aquello que un día nos diferenció. Y lejos de comprender nuestros propios errores, seguimos invirtiendo en hallar aquello que nos hace únicos e irrepetibles. Quizás el haber vivido en tantos sitios geográficamente tan dispares y de haber compartido momentos inigualables con gentes de toda España, me haya fraguado la mentalidad universalista que tengo. Y me niego a circunscribirme en un lugar determinado. Soy Aragonés, de pura cepa, ExtreMaño de adopción al acogerme en Extremadura con el cariño con el que lo han hecho, Español por los cuatro costados y sobre todo, ciudadano, como decía aquél, de un lugar llamado MUNDO.



    
 

viernes, 12 de abril de 2013

Un Problema Heredado

"Es un problema heredado".

            Y todo el mundo tiene la razón con esta simple frase.

El alcalde actual de Campanario, del PSOE, la afirma, con razón, para justificar que es algo que él ha heredado y que la anterior edil, del PP, no solucionó. Además indica que la solución está en el Gobierno de Extremadura, del PP, e imagino que así será.


Agua del grifo y agua embotellada
 El Presidente del Gobierno de Extremadura, del PP, dirá que es un problema que él ha heredado del anterior Presidente de la Junta de Extremadura, del PSOE, y que no solucionó. Además, me lo invento, podrá escudarse en decir que la solución está en la Unión Europea.
Y la distancia entre el ciudadano y la solución al problema se aleja.

Los habitantes de la Pedanía de La Guarda, año tras año, descubren que con las lluvias, cambia el  color del agua que sale por sus grifos.  Y con el PP recibían una botella de agua de litro y medio por día y vecino. Ahora, con el PSOE, reciben dos garrafas de cinco litros, no treinta litros como se indica en las informaciones publicadas, por fin de semana y casa, independientemente del número de personas que la habiten.  El alcalde trasladará al Presidente del Gobierno de Extremadura las quejas de los vecinos, porque haberlas, haylas. Y éste, a la Unidad Administrativa X de la Unión Europea. Y entonces, si ya en el Gobierno de Extremadura se preguntan ¿La Guarda, donde está La Guarda?, imagínense lo qué preguntaran los Europeos.
            Y mientras tanto, mientras la solución al problema pasa de mesa en mesa, y de despacho en despacho, y de PSOE a PP, y de PP a PSOE y tiro porque me toca, los vecinos de La Pedanía de La Guarda beben agua embotellada y se asean con agua anaranjada.  Eso sí, además tienen que aguantar lindeces de algún empleado de la Empresa adjudicataria del servicio de aguas, tales como que no se quejen mucho porque antes bebían agua del arroyo.  Suerte que son gentes amables, condescendientes y prudentes dónde las haya, porque lo más sensato hubiera sido contestarle, al insensato en cuestión, que antes era gratis y ahora siguen pagando, religiosamente, su recibo de agua como si el servicio fuera eficiente. Quizás, solo quizás, habría que plantearse dejar de pagarlo para que todo se solucionara con más celeridad.

            Y saben lo más triste. Que al año que viene, porque éste tampoco se solucionará el problema, cuando vuelvan las lluvias, se plantearán las mismas interrogantes, no sé si en el mismo sentido Político o al revés.  Es indiferente.

Y saben lo más triste. Que seguirá siendo un problema heredado y que todos, una vez más, tendrán la razón.

domingo, 7 de abril de 2013

ITV

     Comentaba yo el otro día en Twitter (@albino1965), a modo de coña, que quizás no sería mala idea someter a nuestros políticos regularmente a un Inspección Técnica, al igual que hacemos con los vehículos que sobrepasan los cuatro años.  Y lo que empezó siendo una pequeña comparación, ha terminado como entrada en este humilde blog. ¡Lo que son las cosas!.
      Marcamos  el mismo periodo de validez, cuatro años, por aquello que ambos, los dos, vehículos y políticos, son "herramientas", que estando a nuestra disposición, sufren un deterioro notorio con el paso del tiempo.  Los primeros porque el uso al que les sometemos nos obliga a dudar de su eficacia, mientras que los segundos, con su periplo, pierden la humildad con la que, supuestamente, partieron. No todos los vehículos pierden cualidades pasados este tiempo, al igual que no todos los políticos, afortunadamente, ven mermados sus principios. Lo importante sería  saber que pasado un periodo, ambos, deberían someterse a una ITV. 
     Al igual que al vehículo le revisan los faros, la bocina, el limpiaparabrisas y las luces, a los políticos deberíamos revisarles los niveles de confianza, de credibilidad, de acercamiento, de honestidad, de ilusión, de servilismo y de carisma.  Al mismo tiempo que detectan anomalías en el sistema de frenado, deberíamos verificarles, a nuestros políticos, el estado de integración, de percepción, de sintonía con el mundo que nos rodea a los demás mortales. Exactamente igual que nos exigen que el estado de la dirección esté perfecto, deberíamos exigirles su disponibilidad para con nosotros, los mortales y con los problemas que nos ahogan, nunca mejor dicho, ahora que el Guadiana amenaza con engullir a mi querida Emerita Augusta. Y por último, al igual que revisan desde el fondo del foso, los bajos de nuestro vehículo, deberíamos recordarles, a nuestros políticos, que su flamente honestidad debería mantenerlos lejos de los bajos fondos.
     Una vez concluida la Inspección , su dictamen será concluyente para determinar que, o bien debemos reparar nuestro vehículo y revisar sus expectativas, o bien debemos sustituirlo por otro en mejores condiciones y llevar a cabo la regeneración política que yo tanto ansío.